lunes, 11 de febrero de 2019

mi relativa estupidez

y de pronto y tan de repente... así como así, dejó de llover.

a mis exquisitos 32 años, como si se hubieran puesto de acuerdo, todas ellas y su infinita paciencia me hicieron notarlo.

Lo egoístas que somos gran porcentaje de los hombres, no se si las mujeres pero hoy solo hablo por los que entiendo y conozco. Tan egoístas, que buscamos relaciones intensas y cortas, como chispas de mierda en fin de año, de esas que se prenden y brillan hasta consumirse y no quedar más que un pedazo de basura metálica... y todo creyendo que mientras más relaciones tengamos, mayor es la probabilidad de encontrar a la persona perfecta.

Cuan estúpido hay que ser para no darse cuenta que todas son perfectas.

Viví casi cada instante de mi vida repitiendome lo gran poeta que soy, lo hábil artista que mis manos demuestran ser, lo gran pensador, creativo y elocuente... cada tarde camino a casa orgulloso de mis logros... pensando y anhelando, cuando llegará el día que todos se den cuenta...

Ah si, también soy adivino... y mis poderes adivinatorios me dicen que seguramente ya están hartos o hartas de tan molesta exhibición de egolatría. Y les entiendo... Lo siento.

Mi ego ha sido mi escudo ante tanta crítica y demás... y también es mi perdición... y no es excusa.

Lo se... no gano nada con disculparme, si lo voy a volver a cometer.

Mi punto es, que mi ego... nuestro ego, como ya todos sabrán y muchos científicos y pensadores lo han planteado cientos de años antes, es lo que cubre nuestros ojos y nos tiene como idiotas ciegos saltando de mujer a mujer, pretendiendola, cortejandola... porque nuestro subconsciente repite: "no te amarres... hay chicas mejores".

Saben... ser ciego es entendible, aceptable... pero ciego e idiota?
La obvia respuesta pesa en el aire...

si han llegado a este punto de mi interiorización, supongo que es porque me tuvieron paciencia y entendieron el porque de mis palabras iniciales, y repito...

Cuán estúpido hay que ser para no darse cuenta que todas son perfectas...

Ellas son las que lo escogen a uno... y si es de otra manera y es una mujer quien está leyendo esto, me temo que se está cometiendo un gravísimo error.