lunes, 2 de septiembre de 2019

Mundo

Apenas si he pasado la tercera década de mi existencia.
Y aunque el tiempo sea relativo y mi tiempo en la línea temporal del universo sea irrelevante... ya estoy harto.
Pasamos gran parte de nuestra existencia como especie, vagando por las extensiones de este astro. Para en un chasquido, tratar de destruirlo y destruirnos.
Y yo... Pasé de tratar de detenernos a tratar de persuadirnos...
Pasé de tratar de persuadirnos a tratar de educarnos...
Pasé de tratar de educarnos a tratar...
Y pasé de tratar a pasar...
Y de pronto solo pasé a dejar de tratar...

Debería sentir vergüenza.
Pero ya pasé de eso también.
Y no es que sienta orgullo tampoco.

Y mi padre siempre me dice: Después del “PERO”, nada de lo que has dicho antes sirve.
Ojalá así sea...
Porque tengo un pero más.

Porque pasé de dolerme e importarme todo y todos, a dolerme e importarme yo y solo yo.
Pero la veo a ella y pienso... aún puedo intentar una vez más.
La veo a ella y siento que debo intentar salvar el mundo una vez más, para que ella logre sus metas.
La veo y se que aún queda una pequeña cosa por hacer.

Puede que yo no quiera nada ya.
Puede que yo solo me haya sentado a esperar mi final,
Que haya abandonado mi sentido de supervivencia, por haber abandonado mis otros sentidos, para que no me duela el mundo.

Verán... llegar a donde he llegado es fácil.
No importa cuan poderosos seamos, he hecho uso de mi libre albedrío y he escogido respetar el libre albedrío de la humanidad y dejarlos destruirse. Y para eso debían dejar de dolerme... deduzcan el resto.

Pero saben que... su libre albedrío no vale nada si tengo que salvarlos a la fuerza para que ella cumpla sus metas.
Porque no es que tema que ella no lo logre, temo que no haya un mundo en dónde lograrlo.
No me mal interpreten, no busco ser su héroe, ni salvarla de bestias salvajes... estoy más que seguro que ella puede sola y yo seré con gusto su espada.