jueves, 7 de enero de 2021

Recuerdos de un pasado... que nadie espera que vuelva.

 No se quién ni porqué...

Pero seguro en mi infancia alguien me lastimó
y lo hizo tan fuerte y con tanto placer...
Que todo lo que dejó en mi es odio... un satisfactorio odio hacia todo.
Exagerado me dirás... Y puede que tengas razón.

Ya antes he exagerado con todo... y seguro soy inconsciente de mi exageración en este caso.
Sin embargo llevo en mi, el recuerdo...
El recuerdo de un estremecedor placer al lastimar a otros...
El recuerdo de mi piel erizándose satisfactoriamente después de destruir algo "hermoso".
 

El recuerdo de esa sonrisita que se me escapaba al saberme triunfador en mis azañas destructivas.
Y lo recuerdo porque abracé ese sentimiento por un inocentemente incalculable tiempo.
Porque hoy a veces miro al espejo y siento que el reflejo esconde la sonrisa.
Porque con frecuencia me estoy disculpando por haber disfrutado del dolor ageno.

Lo hice hasta que no se cómo ni cuando, aprendí la empatía...
Descubrí el carma, las consecuencias y la que desde entonces ha sido mi compañera:
La culpa.

Su sensación no me abandona, aunque a veces presiento que me he vuelto un adicto.
Un frenético devoto de su agudo dolor después de cometer una estupidez.
A veces siento que me he fascinado tanto con sus estragos...
Que hago lo necesario para tener su atención...

Y ya no es divertido...
Amaba destruirlo todo, absolutamente todo...
Anhelaba una tubería de fierro, oxidada... y tan poderoso que me permitiera reducir a átomos todo lo que golpeara con fuerza...
En mi cabeza la imaginación trabajaba horas extra,
construyendo la imagen perfecta de la destrucción, para luego destruirse a sí misma...

Deseé con tantas fuerzas el poder para acabar con todos y todo,
hasta que de la satisfacción y culpa me pueda destruir a mi mismo.
Y así acabar con todo...

Y no porque quiera salvar al planeta de la humanidad
O porque considere que el universo necesita un reinicio
Porque así como la vida no tiene sentido para mi...
La destrucción tampoco merece una explicación.
Porque así como algunos disfrutan de la vida y la creación...
Yo disfrutaba... y me contengo de volver a disfrutar de la muerte y la destrucción.

Pero Jaime... Eso es antinatural.
Por favor, permíteme mandarte a la verga
Y fantasear con despellejarte desde las uñas
Por favor... pregúntame cómo procedería.

En cambio un día creí
Un día disfruté de la tranquilidad...
porque también es buena y satisfactoria.
Pero me provoca la horrible sensación somnolienta de no hacer nada... y me disgusta.

Debo suponer que es así como funciona el universo...
Cuando existe demasiado caos, basta un poquito de calma para contener la destrucción.

Espero no malinterpreten mis intenciones, no los odio...
Y tampoco me contengo porque los ame...
Es solo que un día, la falta de respuesta ante la pregunta "¿Por qué?
Detuvo toda acción positiva o negativa...
Y si les parece medianamente aceptable mi existencia tal y como es ahora,
Recen a sus dioses para que no encuentre una respuesta satisfactoria.

Ahora... estos párrafos nacen porque contuve no con la suficiente eficiencia, un acto no solo impertinente, sino peligrosamente destructivo. Y si vuelve a suceder, mi desceso es imperativo y obligatorio. Algo que agradecerá cada partícula de su existencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario